Brenda Ramos
Opinión.- La forma en que Carlos Peña y Karla Luna la entonces directora o coordinadora de Comunicación Social trataros a los periodistas aquel 4 de enero, debió haber sido la última humillación que la prensa libre debió permitirles a este par de barbajanes, pues ahora más de una veintena de periodistas y reporteros han sido ignorados y robados, ya que el ayuntamiento se está negando a pagarles lo ya trabajado durante meses, sin explicación y sin dar cuentas de a dónde irán a parar esos casi 5 millones mensuales del presupuesto que se maneja en Reynosa.

El 04 de enero del presente año, Carlos Peña y Karla Luna ignoraron a los periodistas en su día, posponiendo su festejo para el día 12, en el que prefirieron tener presentes a distintos INFLUENCERS de la ciudad y sus alrededores, que a los reporteros, periodistas y columnistas con grandes trayectorias de la ciudad.

Habría sido el periodista Francisco Javier Rojas, uno de los pocos que se atrevió a documentar el suceso, mencionando que el evento conto con aproximadamente 200 asistentes pese a que, en la zona, apenas 50 eran comunicadores, habiendo asistido incluso niños y en donde Karla Luna había privilegiado a aquellos INFLUENCERS en cuestión de boletos para la rifa que no entregó a muchos de los periodistas, además de los mejores lugares, atención y halagos para ellos.

Que se entienda que la situación no se trata de hacer menos a aquellos que han decidido hacer contenido en redes sociales con fines recreativos, simplemente que era el día del periodista, no el día del INFLUENCER, cosa que la inexperta, tracalera y grocera Karla Luna junto a su equipo, no comprendieron o simplemente no les interesó.

Esta situación debió haber bastado para que los comunicadores le hubieran leído la cartilla a Karla Luna y para que le hubieran mostrado su inconformidad al alcalde, pero por lo visto si lo hicieron, les entró por un oído y les salió por el otro ya que recientemente, se nos ha comunicado de viva voz de algunos compañeros de un recorte de medios de comunicación en la ciudad, que fueron sacados del presupuesto con una patada por la espalda y con mucho adeudo de facturas, sin que la dirección de Comunicación Social explique a dónde irán a parar esos 5 millones de pesos mensuales que si son retirados o no pagados a los reporteros ¿A las bolsas de quien irán?

No nos sorprende el mutis que se maneja en dicha área, ya que, durante gran parte del 2023, de acuerdo a los documentos que tenemos en posesión, Karla Paola Luna González formaba parte del comité de transparencia del Ayuntamiento de Reynosa firmando como la secretaria de este, utilizando este poder junto con Antonio de León Villarreal el presidente para mantener oculta la información que les diera la gana, cuando alguna petición de transparencia les parecía incómoda y peligrosa.

Lo que nos han referido varios periodistas es que además de que Karla Luna no les contesta el teléfono y se ha desaparecido de la tierra, para dar prioridad a sus festejos personales como lo fue una gran fiesta de revelación de género en la exclusiva zona del Valle de Texas donde reside junto a su esposo el sobrino de Perla Mcdonald, es que sin más les dejaron de pagar las facturas de mayo y junio.

A algunos les comentaron que fue porque apoyaron a otros candidatos, lo que significaba que habían traicionado a Carlos Peña, sin embargo, nos han comentado que, a ellos como medios de comunicación, no se les pasaba la agenda y que cuando asistían los corrían.

Personalmente no dudamos de dichos comentarios, pues hay que recordar que durante la campaña hubo denuncias en contra de personal de comunicación social que amedrentó a varios de nuestros compañeros comunicadores que valientemente no se dejaron de esos jovencitos que son igual de groseros que el alcalde que llamó pendejos a los reynosenses.

Pero independientemente de estas estúpidas excusas y revanchismo o venganza porque nuestros compañeros hicieron su trabajo de publicidad, el problema a señalar más grande es ¿Qué están haciendo con el dinero que dejan de pagarles? ¿Quién se lo lleva? ¿A quién se lo dan? ¿Quién supervisa esta situación? ¿Por qué el congreso no está hablando de ello? Vale la pena que la secretaría de Comunicación Social estatal revise las cuentas de Karla Luna en Reynosa.

Sobre todo, porque nos llamó mucho la atención que recientemente a cierto influencer de origen oriental en su paso por Reynosa, se le apoyara más que a los compañeros, y que el hombre con más de 1 millón de seguidores le hiciera varias publicaciones a Carlos Peña las cuales dudamos hayan sido gratis, prefiriendo una vez más a los INFLUENCERS que a la prensa.

Urge una auditoría en comunicación social en Reynosa, para que Carlos Peña y Karla Luna aclaren quien se está quedando con el presupuesto que legalmente se ha destinado al área de prensa. Ojalá que le escarben hasta el fondo porque son expertos, en mentir, robar y traicionar.