El plan educativo propuesto por el Gobierno no tiene rumbo y pone en riesgo el aprendizaje, señaló el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

(F. Reforma)
Reforma
Ciudad de México (Miércoles 24 Agosto 2022).- Sin un diagnóstico basado en evidencia, una guía aterrizada para docentes, acciones y plan concreto, ni transparencia, el plan educativo propuesto por el Gobierno no tiene rumbo y pone en riesgo el aprendizaje, señaló el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).

La Secretaría de Educación Pública (SEP) busca implementar en el siguiente ciclo escolar (2022-2023) un nuevo plan curricular que entró en vigor bajo el acuerdo número 14/08/22 publicado el pasado 20 de agosto.

El IMCO refirió que este proyecto desdeña las pruebas estandarizadas como Pisa y Planea, por lo que apuntó que aunque ha habido estimaciones en la pérdida de aprendizajes, hasta el momento se desconoce su impacto con precisión, y no se dimensiona el reto que tienen los maestros mexicanos en puerta.

Esto cobra mayor importancia en un escenario en el que, por disposición oficial, las y los alumnos no pueden repetir año por un mal desempeño escolar. Los resultados de la prueba son una brújula para el diseño del contenido académico y del desarrollo profesional docente con base en evidencia

Un plan sin rumbo pone en riesgo el objetivo de la educación como un medio para adquirir, actualizar, completar y ampliar los conocimientos, capacidades, habilidades y aptitudes de los niños y niñas que les permitan alcanzar su desarrollo personal y profesional como lo establece el artículo quinto de la Ley General de Educación

El instituto recordó que los organismos nacionales e internacionales han prendido alertas respecto a problemas estructurales que se han profundizado a raíz de la pandemia: el abandono escolar, la pérdida de aprendizajes y los problemas socioemocionales.

Se consideró que aunque pueden parecer deseables los nuevos preceptos de otorgar autonomía a los docentes y adecuar los aprendizajes a cada contexto educativo, no es claro cómo contribuirán a mitigar el impacto de la pandemia.

El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) analizó el nuevo plan de estudio y encontró que la falta de claridad en los contenidos prioritarios y los retos que tendrá el personal directivo y docente de cada escuela para llevar el plan a la práctica en las aulas podrían profundizar las brechas de desigualdad que se viven en el país. El desarrollo de habilidades dependerá de los recursos y capacidades con los que cuente cada comunidad educativa

La entrada en vigor del nuevo plan de estudio y la carga adicional que genera en las responsabilidades de docentes y planteles escolares podría limitar el desarrollo de habilidades y capacidades de las y los estudiantes, lo que podría reducir sus oportunidades en su futuro profesional. Para evitar este escenario, es necesario priorizar la atención a los principales desafíos del sistema educativo, entre los que destacan la pérdida de aprendizajes, abandono escolar y atención socioemocional

Resaltó que se hallaron diversos elementos del diseño y la implementación que resultan preocupantes, tales como que el nuevo plan de estudio carece de acciones concretas o un procedimiento que permita a las y los docentes aplicar los cambios establecidos en el aula.

Así como que la documentación oficial que describe el nuevo plan de estudio es meramente narrativa, y carece de una justificación basada en evidencia, y se arrancará con una prueba piloto desfasada al inicio del ciclo escolar 2022-2023.

Y que se desconocen los criterios de selección y la lista de escuelas participantes; el piloto empezará el 29 de octubre, y no cuenta con fecha definida de término, lo que consideraron, deja una ventana de tiempo ambigua sobre las acciones que los docentes de los centros educativos seleccionados llevarán a cabo los primeros dos meses del ciclo, o bajo qué plan iniciarán las actividades y cómo o cuándo se llevará a cabo la transición al nuevo plan.

Tampoco se define el proceso de implementación del plan de estudio posterior al pilotaje. El acuerdo educativo señala la intención de incorporar los comentarios y sugerencias de las escuelas que participaron en el programa piloto a la versión final del plan de estudio. Sin embargo, se ha estipulado el ciclo 2023-2024 como inicio de la implementación de la siguiente etapa a nivel nacional, por lo que habrá poco tiempo para incorporar dichas correcciones.

Otro punto señalado es que no se menciona qué ocurrirá con las escuelas piloto, ni cuánto tiempo de transición será necesario para implementar la nueva modalidad en su totalidad.

Carece de lineamientos claros sobre las atribuciones que serán responsabilidad de la SEP y de las autoridades educativas estatales. Además de que durante el piloteo, las autoridades educativas locales serán las encargadas de realizar acciones que permitan probar el programa.

Posterior a este periodo, también serán las encargadas de realizar las previsiones escolares, educativas, de formación y actualización docente, administrativas y de gestión para implementar el nuevo plan de estudio en el ciclo escolar 2023-2024 de forma generalizada.

En particular, el IMCO propone brindar certeza y acompañamiento al personal docente sobre la planeación curricular. El nuevo plan de estudio representa un cambio radical en comparación con el vigente. Es por esto que la planeación y la capacitación docente son de vital importancia. Para ello, se requieren guías prácticas y objetivos que clarifiquen a dónde se quiere llevar la política educativa, qué resultados se buscan, y cómo se medirán

Hora de publicación: 08:00 hrs